Se trataba de un sencillo juego para distinguir las recetas elaboradas con un buen aceite de oliva virgen extra (AOVE) y un aceite de oliva sin más. Finca La Torre nos ha invitado a participar en él con el fin de, a través de la prensa, concienciar al consumidor de las diferencias de sabor y aroma entre uno y otro.
Esta empresa aceitera, con almazara en la localidad malagueña de Bobadilla, a tan solo 15 kilómetros de Antequera, posee una finca biodinámica donde elabora sus aceites monovarietales, especialmente con hojiblanca, la variedad más abundante de las aceitunas con las que trabajan.
Encargó al cocinero Joaquín Felipe, de Florida Retiro, en Madrid, la elaboración de varios platos con su aceite premium «One organic limited edition» y la misma versión con un aceite de oliva como el que la mayoría de los consumidores compra de forma cotidiana para cocinar. El resumen es que la diferencia de precio no es tanta, teniendo en cuenta que entre un aceite y otro hay un abismo de matices.
Son muy evidentes las diferencias entre los salmorejos, las ensaladillas rusas y los pil pil. Junto al aroma y el sabor mucho mas potentes y complejos, el color del aceite de oliva virgen extra verde se diferencia del otro en que, en las elaboraciones emulsionadas, aparece de color blanco.
Una vez concluido el reto, pudimos disfrutar de otras recetas elaboradas con AOVE Finca La Torre con el sello de Felipe: sardinas marinadas con cítricos y aguacate sobre gazpacho verde y salmón plateado de Alaska asado al carbón, con salmorejo amarillo. Y, para chocolateros como la que esto escribe, absolutamente arrebatador el postre «Éxtasis de chocolate Finca La Torre».