El Restaurante Aynaelda (C/Los Yébenes, 38 – Aluche- http://www.aynaelda.com/) abrió sus puertas hace varios años en la localidad madrileña de Aluche y, hoy por hoy, es uno de los sitios donde mejores arroces se comen de toda la Comunidad.

Rubén Ortíz es su jefe de cocina, un joven inquieto que siempre está ideando numerosas iniciativas gastronómicas para poner en marcha. Tradicionales son los homenajes que cada año le rinde al arroz, en los que convoca a cocineros de toda España para preparar un plato en torno a este cereal.
Ahora y hasta finales del mes de abril está desarrollando una original idea, bautizada como «Arroces interactivos». Empezando por el ingrediente básico, el arroz o la fideuá, la inspiración o el capricho de cada comensal le permite escoger un fondo de caldo de carne, verduras o pescado, para un arroz, meloso o caldoso, seco o negro. A continuación hay que elegir, de entre una larga lista, aquellos elementos que compondrán el arroz personalizado (espárragos, setas boletus, alcachofas, trufa, cigalas, langostinos, gambas, jamón ibérico, chistorra, buey, pollo…y para los más arriesgados, queso Manchego, mozarella, queso Parmesano,…, con un remate crujiente de bacon, remolacha, eneldo y un largo etcétera). Sobre una base de tomate casero, azafrán y pimentón de La Vera, con ingredientes que vienen del huerto, del mar o la montaña, se pueden crear arroces a la medida.

Hoy, con motivo del día de la mujer trabajadora, he tenido la suerte de ser convocada junto a un grupo de colegas a la presentación del Menú sano que Rubén servirá a partir del mes de mayo en Aynaelda. Genial iniciativa que va a encantar sobre todo a las mujeres, porque los platos son muy ligeros y están compuestos, en su mayoría, por vegetales. Hemos abierto boca con un cóctel hecho a base de zumos de frutas naturales. Ha llegado el primer plato: una ensalada fresquísima compuesta por varias hojas verdes, queso fresco -un poco insípido-, frutos rojos y negros, nueces y una vinagreta de aceite de oliva, balsámico y sal.
La parrillada de verduras baby y frutas ha conquistado a toda la mesa: excelente el punto del calabacín, la berenjena, la piña, los pimientos rojo y verde, el puerro, el nabo, la coliflor… y de las frutas: fresa, piña y kumquat -esa mandarina enana de forma alargada, cada vez más presente en nuestras fruterías-. Al igual que el arroz con verduras -perfecta cocción del grano-, acompañado de caviar cítrico a la pimienta -el esferificado, no el procedente de la fruta gastrobotánica- y un toque de rúcula.
A mí también me ha gustado la fideuá -más bien rossejat por la finura del fideo-, por supuesto acompañada de verduras, ligeramente quemada, y con trocitos de carabinero y carpaccio del mismo crustáceo.
Todas hemos coincidido en que lo que menos nos ha gustado -y no es que estuviera malo- ha sido el bonito rebozado con semillas de sésamo con crema de zanahoria. El pescado estaba demasiado hecho y, por tanto, bastante seco. La idea del plato es buena, pero hay que presentarlo menos cocinado y, según mi punto de vista, con la crema de zanahoria más caliente. Me ha gustado el aporte de la salsa de soja y el acompañamietno del wasabi con sus tonos punzantes.
Otro acierto total es el postre: Fresas, naranja y pimienta rosa. Se compone de un chupito de zumo natural de estas dos frutas aromatizado con esta especia; un tartar de fresa con caviar de hierbabuena -otra esferificación que le aporta un toque de frescor muy agradable- y gominolas de fresa y naranja. ¡Un postre antioxidante 100%!
Nosotras hemos tomado un albariño Val do Xuliana, de Bodegas Coto Redondo y el menú se puede acabar con un variado número de infusiones. Aún no han determinado cuánto costará este menú, pero estará en torno a los 35€, que es el preico medio del restaurante.
También en Semana Santa Aynaelda ofrecerá, por un precio de 28 euros, un menú que incluye, entre otros platos, un arroz similar al potaje, unos buñuelos de bacalao y una torrija caramelizada, además de bebida.